Sofia Vergara

Sofia es Pasión

Sofía Vergara ha promocionado a Colombia 10 veces más y mejor que Colombia es Pasión. La barranquillera que enloqueció a los colombianos hace más de 20 años dando brinquitos para Pepsi en la arena caliente de la playa, tiene embobados a los americanos con su belleza, talento, candor y ese inglés con un acento muy marcado pero mucho mejor que el de Uribe que se empeñaba en hablar en este idioma aunque los anglos no le entendieran ni un little egg.

La prensa de los Estados Unidos cayó en las redes de Sofía y su brillante carrera apenas comienza. Sofía les enseñó a los rednecks que no todas las latinas tienen trenzas, faldas largas, delantal y diente de oro como la india María. Mucho más bella y actriz que la inmamable Penélope Cruz y menos convencida que Salma Hayek, Sofía es hoy por hoy la estrella no americana con más proyección en los Estados Unidos. Para llegar aquí le toco comer M durante muchos años, pintarse el pelo más oscuro para parecer más latina y vencer todos los estereotipos que tienen contra los nacidos más abajo del Río Grande.

Hoy, la hermosa Sofía, sin grandes empresas que inviertan en su promoción, sin hacerle daño a nadie, con esa linda sonrisa y esa alma de fea, entra a las grandes fiestas de Hollywood como una estrella más, sin dudas y sin favores. Y con sus 38 años intimida y hacer ver viejas a las de 20. Sofía no tiene enemigos conocidos. Los amigos de hace 30 años, camarógrafos y peluqueras que trabajaron con ella hace 20 años tienen su PIN y ella sigue derrochando generosidad con su familia.

Cuando llegó a Hollywood creía que no podría pagar el apartamento, el gimnasio, el profesor de actuación, el profesor de inglés, la peluquería, los zapatos, los masajes, el celular, las carteras, las comisiones, el sushi, la dermatóloga, los trapitos, el reloj, las fotos, los demos, el publicista y todas esas cosas que necesita una recién llegada a la capital de los sueños, la envidia y los buitres. Y criar un hijo. Pero Sofía sobrevivió y triunfó.

Y no tuvo que hacer mucho esfuerzo. Solamente hacer de Sofía. Cambiar los libretos a su propia vida. Hablar del arequipe y de su país con orgullo y naturalidad. En caso de duda o embarrada, sonreír con esa boca grande que tiene más dientes que una pelea de perros. Hay más de un par de razones para que la belleza de Sofía cautive. Los ojos, el perfil perfecto, los labios, la forma de los huesos de la cara, el pelo y de ahí para abajo, todo es hermosura en Sofía. Pero atrae mucho su personalidad. El estilo. La actitud. La gratitud.

Yo he caminado con Sofía por Rodeo Drive y en el aeropuerto de México y me ha provocado espantar con un perrero a los tipos y las tipas que la devoraban con las miradas. Taxistas, abogados, rabinos, gays, rancheros, estudiantes, azafatas, pilotos, vendedores de lotería, contadores, jubilados, cantantes, todo ser viviente que la veía tenía que volver a verla y no era difícil leer lo que estaban pensando.

Y Sofía como si no se diera cuenta, como si así fuera todo el mundo con todas las mujeres. Desde ahora propongo que en Barranquilla le vayan haciendo a Sofía Vergara una estatua como la de la India Catalina en Cartagena, para que la develen el día que se gane un Oscar y se lo dedique con lágrimas de verdad a la ciudad y al país que tanto ama. Y que la aman. Sofia es pasión.

Fernán Martínez dedica su columna “Fotochop” a Sofia Vergara ( Excelenete articulo que reproducmios como lo Mejor de Colombia en Internet)

Revista Don Juan 08/10